Amo mi cabello, mi piel, mi rostro, mi boca, ojos y cejas tan bien definidas; mis uñas (antes de comermelas), mis nalgas y senos de tamaño justo lo mismo que mis canillitas y ombligo... y la cintura... es... aceptable.
Entiendo que la mujer ha tenido que vivir por mucho tiempo siendo la sombra del hombre en la sociedad (cosa que aún se ve en algunos sitios) y que ha tenido que sufrir humillaciones y maltratos por su condición de mujer. Entiendo que los tiempos cambiaron, que las mujeres cambiaron y que hoy en día merecen gozar de los beneficios que por tanto tiempo se les negó. Pero, no creo que en este mundo tan grande la mujer necesite minimizar al hombre para ser grande. Creo que dos brillan mejor que uno y que si uno quiere opacar a otro es porque no está seguro de su propio brillo.
Dijeron las palabras exactas, en el tono correcto y las complementaron con eso que llaman un lenguaje corporal acertado. Supieron además, jugar con las miradas y uno que otro roce.
Al principio no me lo creía. Estaba loca por despertar del que según yo era un sueño; de varios días pero sueño al fin.
-¿En serio vas a salir a la calle así? -Sí. -Ooook. Luego no digas nada cuando aparezca un freco’ en la calle. -¿Cómo que un freco’? ¿Ya una no tiene derecho a ponerse la ropa que quiera? -Dime algo, ¿cuando vas a la playa usas bloqueador solar? -Claro. -Y ¿por que lo usas? -Para que el sol no me queme, obvio. ¿Que tiene eso que ver? -Todo y nada…
Algo bueno, que digo bueno, MARAVILLOSO que tiene esto del blogging es que puedes escribir lo que te dé la gana, sobre lo que te dé la gana, como te dé la gana y cuando te dé la gana. En esta ocasión me voy a valer de esos privilegios…
Llevo varios días tratando de encontrar explicación a lo inexplicable. Y aun no la encuentro. Creo que hay cosas que simplemente son como son, nos guste o no.
Si yo predicara con el ejemplo la mitad de las cosas que digo y/o escribo, sería la mejor persona del mundo. Pero no lo hago y no por eso dejan de ser verdades o consejos favorables o cosas en las que trabajo. Mi caso es como el de los médicos fumadores o los entrenadores que están en sobrepeso.