Siempre cuando algo o alguien no es como queremos, aparece quien nos dice “eso e’ que no te convenía” o “mereces algo mejor” y lo hacen con muy buena intención pero lo que no se nota en esta “buena intención” es que siempre es lo mismo.
Siempre se nos da el mismo consuelo no importa cúal sea el caso. Lo malo con esto es que se nos libra de toda culpa por nuestros posibles errores. No digo que siempre sea nuestra culpa el que las cosas salgan mal. Solo digo que puede darse el caso de que ese algo o alguien que no resultó no fuera tan malo como ahora queremos creer. Puede que esa halla sido nuestra oportunidad y que sea nuestra culpa el haberla perdido.
Creo que sería bueno que de vez en vez le demos el beneficio de la duda y creamos un poco en la posibilidad de ser nosotros mismo quienes boicoteamos nuestra felicidad y oportunidades sin darnos cuenta. En muchas ocasiones lo hacemos colgando de la idea de que “si es de Dios pasará" y es muy cierto eso pero, ¿que tal que demos una ayudadita a Dios?, ¿que tal que dejémos de esperar a que las cosas lleguen y vamos por ellas? ¿que tal que dejémos de creernos las palabras de consuelo y empecemos a ver los errores que hemos cometido en lugar de atribuirlos a otros?
Creo que sería bueno que de vez en vez le demos el beneficio de la duda y creamos un poco en la posibilidad de ser nosotros mismo quienes boicoteamos nuestra felicidad y oportunidades sin darnos cuenta. En muchas ocasiones lo hacemos colgando de la idea de que “si es de Dios pasará" y es muy cierto eso pero, ¿que tal que demos una ayudadita a Dios?, ¿que tal que dejémos de esperar a que las cosas lleguen y vamos por ellas? ¿que tal que dejémos de creernos las palabras de consuelo y empecemos a ver los errores que hemos cometido en lugar de atribuirlos a otros?