Para decirlo tengo bases. Muy buenas por cierto, para probar que ser o estar amargado, resentido, despechado y cualquier otra cosa parecida no es un trabajo de medio tiempo. Muchas veces hasta le dedicamos horas extras.
Luego de haberme dedicado a eso del desamor por un buen rato, puedo dar fe de que no es un cachú. En serio es un trote y a medidas que pasa el tiempo se va volviendo más y más pesada la carga y uno empieza a aburrirse. Y a esto se suma la presión que se recibe de quienes rodean a uno.
Entre mal humor, constantes interrogatorios con nuestra conciencia, búsqueda de culpables, rituales de maldiciones, borracheras en el caso de quienes toman, pendenciadera* compulsiva, adicción a música poco alegre, dudas, sentimientos poco productivos, crearse historias, búsqueda de venganza y demás. Uno se entrega tanto a su labor que aveces hasta olvida seguir con la vida.
Sé que no es muy lógico pero mi recomendación para quienes estén en esas es: Sigan así.
Llore si quiere, bébase la botella completa y luego compre otra, rompa cosas, métase a la cama temprano y póngase a pensar en lo que ha pasado, descárguese todas las canciones de amargue que conozca (Mana tiene unas muy buenas), ande de mal humor, sea poco chévere. Que eso es bueno. Siempre que se tenga presente que eso es solo un proceso y que la vida sigue.
Eso si por nada del mundo se ponga a estar filtrando su amargura a las redes sociales. Cero estados tipo: "¿Las personas cambian con el tiempo o solo muestran lo que realmente son?", "Hay mentiras tan reales" y demás. Nada de andar compartiendo el vídeo de la canción que cuenta clarito lo que te paso. Tampoco es bueno estar de plagos@ con la otra persona. Si terminaron por X o R deje a esa persona su espacio y dedíquese a buscar el suyo. No ande buscando la forma de incluir el tema en sus conversaciones ni intente averiguar cosas que en el fondo no quiere saber.
Lo mejor de terminar una relación es saber que se comenzará otra, tarde o temprano. El día que uno menos lo piensa se despierta y se da cuenta de que las canciones ya no hablan de uno y decide dejar de lado tanta pendejá' y se propone empezar a tener una "Maldita Buena Vida" como dice Chuck Palahniuk. Es justo ese día que te das cuenta que lo malo no era taaaaan malo después de todo.
Un error que con frecuencia se comete al estar pasando por malas es creer que la otra persona es mentirosa y no siempre es ese el caso. Los sentimientos cambian por si solos pero aveces nuestros descuidos aceleran el proceso. Buscar culpables no va a solucionar nada mas que nuestra inconsciente conciencia que se niega a aceptar que las cosas no sean como nos habría dado la gana que fueran.
Mientras se este en este proceso lo mejor es tratar de encontrarse a uno mismo y dejar de estar pendiente al otro. No dejar que la mente ande jugando sucio. Aprender mucho y cuando se este preparado salir nuevamente al mercado con mas fuerzas y estas dispuestos a meter la pata de un modo diferente en esta ocasión.
Por ahí se dice que el corazón es del mismo tamaño que nuestro puño. Miro el mio y me doy cuenta de que es chiquitico y no le caben dos cosas al mismo tiempo. Al decidir llenarlo con un sentimiento sé que al otro se le hará super difícil hacerse lugar y la verdad no me importa. No creo en la venganza y el karma siempre llega tarde así que decidí seguir con mi vida... se siente bien.
Entre mal humor, constantes interrogatorios con nuestra conciencia, búsqueda de culpables, rituales de maldiciones, borracheras en el caso de quienes toman, pendenciadera* compulsiva, adicción a música poco alegre, dudas, sentimientos poco productivos, crearse historias, búsqueda de venganza y demás. Uno se entrega tanto a su labor que aveces hasta olvida seguir con la vida.
Sé que no es muy lógico pero mi recomendación para quienes estén en esas es: Sigan así.
Llore si quiere, bébase la botella completa y luego compre otra, rompa cosas, métase a la cama temprano y póngase a pensar en lo que ha pasado, descárguese todas las canciones de amargue que conozca (Mana tiene unas muy buenas), ande de mal humor, sea poco chévere. Que eso es bueno. Siempre que se tenga presente que eso es solo un proceso y que la vida sigue.
Eso si por nada del mundo se ponga a estar filtrando su amargura a las redes sociales. Cero estados tipo: "¿Las personas cambian con el tiempo o solo muestran lo que realmente son?", "Hay mentiras tan reales" y demás. Nada de andar compartiendo el vídeo de la canción que cuenta clarito lo que te paso. Tampoco es bueno estar de plagos@ con la otra persona. Si terminaron por X o R deje a esa persona su espacio y dedíquese a buscar el suyo. No ande buscando la forma de incluir el tema en sus conversaciones ni intente averiguar cosas que en el fondo no quiere saber.
Lo mejor de terminar una relación es saber que se comenzará otra, tarde o temprano. El día que uno menos lo piensa se despierta y se da cuenta de que las canciones ya no hablan de uno y decide dejar de lado tanta pendejá' y se propone empezar a tener una "Maldita Buena Vida" como dice Chuck Palahniuk. Es justo ese día que te das cuenta que lo malo no era taaaaan malo después de todo.
Un error que con frecuencia se comete al estar pasando por malas es creer que la otra persona es mentirosa y no siempre es ese el caso. Los sentimientos cambian por si solos pero aveces nuestros descuidos aceleran el proceso. Buscar culpables no va a solucionar nada mas que nuestra inconsciente conciencia que se niega a aceptar que las cosas no sean como nos habría dado la gana que fueran.
Mientras se este en este proceso lo mejor es tratar de encontrarse a uno mismo y dejar de estar pendiente al otro. No dejar que la mente ande jugando sucio. Aprender mucho y cuando se este preparado salir nuevamente al mercado con mas fuerzas y estas dispuestos a meter la pata de un modo diferente en esta ocasión.
Por ahí se dice que el corazón es del mismo tamaño que nuestro puño. Miro el mio y me doy cuenta de que es chiquitico y no le caben dos cosas al mismo tiempo. Al decidir llenarlo con un sentimiento sé que al otro se le hará super difícil hacerse lugar y la verdad no me importa. No creo en la venganza y el karma siempre llega tarde así que decidí seguir con mi vida... se siente bien.